ordeño
Acabo de dar a luz a mi segundo hijo y comencé a amamantar. Un día me miré al espejo y vi lo grandes que se ponían mis senos y mis pezones. Me excitó tanto que comencé a jugar con ellos, estirarlos, puedo. Incluso chuparlos yo mismo. Bueno, después de todo eso, esto es lo que pasó. Ahora no puedo detenerlos. ¡Espero que todos lo disfruten!